CONTENIDO
1. Introducción
2. Mi
filosofía de vida
a) Misión
b) Visión
c) Objetivos
d) Estrategias
3. Los
hábitos de carácter
a) Virtudes
cardinales
4. Estrategias
de desarrollo personal
a) Estrategias
de comportamiento
b) Estrategias
de conocimiento
1. Introducción
Un
buen líder debe conocerse así mismo. Es necesario conocer tus fortalezas,
debilidades o defectos, las fortalezas son cimientos que usaras para construir
tu liderazgo, los defectos pueden ser empleados para construirte como buen
líder.
2. Mi Filosofía de vida
a) Misión. La
misión es nuestra razón de ser. Inicia diciendo quienes somos, que necesidades,
deseos o expectativas cubrimos, cuales son mis ventajas competitivas y como
contribuimos con la sociedad.
Según
Stephen Covey, autor del libro “Los siete hábitos de la gente altamente
efectiva”, nosotros no creamos nuestra misión personal, la descubrimos al
meditar sobre las cosas importantes para nosotros.
Una
forma de definir la misión es, a partir de los valores que se identifiquen y
analizar los diferentes roles que
desempeñamos en nuestra vida (estudiante, ejecutivo, líder, padre, hijo,
etc.), meditar un rato sobre nuestras ventajas (las cosas que hacemos bien) y
cuáles son las cosas que nos apasionan o llenan, las que verdaderamente nos
hacen felices.
La
misión se refiere a la idea del por qué un individuo está vivo.
b) Visión. Es
aspiracional e incluye cómo y dónde me quiero ver.
Para
elaborar la visión imaginemos que en cinco años una reconocida revista
publicara un artículo sobre ti.
-
¿Cómo te describiría?
-
¿Qué resaltaría de ti?
Si
tú pudieras ser la persona que deseas ser:
-
¿Cuáles serian tus
cualidades?
-
¿Qué bienes materiales te
gustaría poseer?
-
¿Cuál sería tu entorno ideal para vivir?
-
¿Cuáles serian tus deseos
con respecto a tu estado de salud, tu estado físico y todo lo que tiene que ver
con tu cuerpo?
-
¿Qué tipo de relaciones le
gustaría mantener con sus amigos, familiares, etc.?
-
¿Cuál sería tu situación
profesional ideal?
c) Objetivos. Inician
con un verbo, son claros factibles y medibles. Deben elaborarse a corto,
mediano y largo plazo.
Las
características que debes considerar para establecerlas son las siguientes:
-
Debe ser por escrito
-
Deben ser específicos, sin
ambigüedades que provoquen una interpretación errónea.
-
Deben ser medibles, o sea
que deben ser posibles.
-
Deben ser realizables y debe
decirse como se lograran.
-
Debe ser calendarizable,
esto es, debe tener una fecha de inicio y fecha de terminación.
-
Deben ser congruentes con
tus valores y principios, es decir que no debes tener objetivos que vayan en
contra de tus valores. (Castañeda. L. 2004:18)
Ejemplo
de un objetivo bien expresado de un joven recién egresado de la universidad,
que vive con sus padres y que aún vive con sus padres.
Comprar
un automóvil compacto dentro de ocho meses, de no más de tres años de
antigüedad. Para lograrlo, ahorraré para el enganche y el resto lo pagaré en 24
meses.
d) Valores.
Los
valores son perspectivas profundamente arraigadas acerca de aquello que
valoramos. Tienes muchos orígenes: nuestros padres, nuestra religión, la
escuela, la gente que admiramos, la cultura. Muchos se remontan a la infancia y
adoptamos otros cuando somos adultos.
3. LOS HÁBITOS DE CARACTER
a)
Virtudes
Cardinales
Las
virtudes cardinales son hábitos que disponen al entendimiento y a la voluntad
para obrar.
En definitiva Virtud es una propensión
y facilidad para conocer y obrar el bien, se llaman cardinales las que son el
principio y el fundamento de las demás virtudes.
Las Virtudes cardinales, son hábitos
que se adquieren con el ejercicio y la repetición y que la habilitan para la
realización de una vida correcta y buena.
Mediante estas virtudes nuestras
facultades apetitivas se inclinan hacia lo conveniente y conforme al juicio de
la razón. La repetición de los actos provoca la aparición de hábitos. Cuando
estos hábitos predisponen al hombre adecuadamente para el cumplimiento del bien
reciben el nombre de virtudes y en caso contrario de vicios. Estas virtudes son
cuatro:
-
Prudencia: Consiste en actuar con
reflexión y precaución para evitar posibles daños, dispone la razón práctica
para comprender el bien y elegir los medios justos para realizarlos. Es el
valor que nos ayuda con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de
la vida, nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir
nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en
cualquier circunstancia. Este valor se forja por la manera en que se conduce el
hombre ordinariamente. Ante una situación problemática se debe antes que nada
reflexionar y conservar la calma, en todo momento, pues si nos damos cuenta y
reflexionamos, la mayoría de los malos aciertos en la vida, ocurren por una
mala decisión.
Moralmente será siempre más
prudente aquel que sabrá tomar la mejor decisión sin atropellar la moral y lo
ético. Si se actúa con prudencia no existen los riesgos, pues se actúa
razonando y usando la lógica, de esta manera se medita y prevé los actos. Es
muy seguro que si se usa la prudencia el error sobre las decisiones y actos
será mínimo, de ésta forma la prudencia se convierte en la guía segura de los
actos, edificará una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de
comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes
le rodean.
Justicia: Consiste en dar a cada uno
lo que le corresponde. Para ello precisamente se necesita la guía de la
prudencia. La justicia es principio fundamental de la existencia y coexistencia
de los hombres, como asimismo de las comunidades humanas, de las sociedades y
los pueblos. A lo largo de los siglos, la justicia ha ido teniendo definición
según las distintas relaciones y aspectos. Para organizar con justicia el
conjunto de la vida social en sus aspectos varios, es necesario que el hombre
viva en un contexto de justicia y, más aún, que cada uno sea justo y actúe con
justicia respecto de los cercanos y de los lejanos, de la comunidad, de la
sociedad de que es miembro. La justicia es la base de la posibilidad real de
ser bueno; en esto se apoya la elevada categoría de la prudencia. La justicia
protege y garantiza los derechos y deberes fundamentales, observa y juzga las
condiciones que afectan a los diversos sectores de la sociedad, vigila y guía
la disparidad de oportunidades económicas y orienta las circunstancias sociales
de modo que favorezcan la convivencia pacífica de los pueblos.
Fortaleza: La virtud de la fortaleza
consiste en tener el valor y la constancia para perseverar en una obra buena
hasta el final, no importando los obstáculos o soportando una mala situación
con paciencia e inteligencia hasta el final sin derrumbarse. También incluye el
valor en situaciones de peligro y la capacidad de tomar riesgos prudentes.
Según la doctrina de Santo Tomás, la virtud de la fortaleza se encuentra en el
hombre que está dispuesto a afrontar los peligros y dispuesto a soportar las
adversidades por una causa justa, por la verdad, la justicia, etcétera. La
virtud de la fortaleza requiere siempre una cierta superación de la debilidad
humana y, sobre todo, del miedo. Porque el hombre, por naturaleza, teme
espontáneamente el peligro, los disgustos y sufrimientos. Tenemos necesidad de
fortaleza para ser hombres. En efecto, hombre verdaderamente prudente es sólo
el que posee la virtud de la fortaleza; del mismo modo que hombre
verdaderamente justo es sólo el que tiene la virtud de la fortaleza. Asegura,
en las dificultades, la firmeza y la constancia en la práctica del bien.
Templanza: La virtud de la templanza
es la virtud que nos capacita para controlar y canalizar correctamente nuestras
tendencias. A esta virtud se la llama también sobriedad. La virtud de la
templanza representa el término medio entre el desenfreno y la insensibilidad.
Templanza se refiere más a la ética personal. Para unos, un comportamiento es
conformarse a unas reglas, pero no sólo es esto. La ética es un dinamismo
interno del sujeto. Es adecuarse a la recta ratio, no a las reglas externas. La
templanza no es meramente dominarse y moderarse, sino que es una discreción
ordenadora en orden a la armonía y perfección del interior del hombre. La
templanza como virtud cardinal que orienta y modera la tendencia a los placeres
sensibles para que la persona se mantenga dentro de los límites que le señala
en las virtudes cardinales.
4. Estrategias de desarrollo
personal
a) Estrategias
de comportamiento.
Se basan en transformar las tareas en recompensas
naturales, centrarse en las recompensas y establecer paradigmas efectivos de
pensamiento.
b) Estrategias
de conocimiento.
Se
basan en la auto observación, auto planteamiento de objetivos, gestión de
avisos, repetición, auto recompensa y autocrítica.
5. Análisis DOFA
Ya
estructurada la misión, visión y valores, esta es una herramienta que te
permite identificar cuáles son tus Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y
Amenazas, las cuales se transforman en estrategias para el logro de los
objetivos, misión y visión.
Fortalezas
|
Debilidades
|
Todo lo que tienes dentro de ti.
~
Tu inteligencia
~
Tus experiencias
~
Tus conocimientos
~
Tu salud
~
Tus aptitudes
~
Tus sentimientos
~
Tu creatividad
~
Etc.
|
Todo lo que tienes dentro
de ti que te impide o podría impedir el logro de tus sueños, el logro o
desarrollo de tus aptitudes.
~
Problemas
de salud no superados
~
Problemas
emocionales o psicológicos todavía no resueltos.
~
Falta
de conocimiento o experiencia
~
Etc.
|
Oportunidades
|
Amenazas
|
Lo que existe en el entorno que facilita o podría facilitar el logro de
tus sueños, crezcas o te desarrolles.
~
Tu trabajo
o escuela
~
Tu familia
~
Tu pareja
~
Tus amigos
~
Grupos sociales
~
Etc.
|
Todo lo que existe en el
entorno que te impide, o podría impedir, o poner en peligro el logro de tus
sueños, tu crecimiento y desarrollo.
~
La
inseguridad y la violencia social
~
Las
relaciones familiares y sociales autodestructivas o estancadas.
~
Exceso
de competitividad
~
Aumento
de la pobreza.
~
Etc.
|
Fuente:
Elaboración propia.
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